viernes, 17 de abril de 2009

Shhhhh.....


Las palabras están de más


cuando no fundan,


cuando no esclarecen,


cuando no atraen,


cuando no añaden.


José Martí. Patria y Libertad

Viernes 30-01-09

¿Soy tan raro?


¿Contradicción o brutal coincidencia?
Realmente no puedo descifrarlo.


Una elegante e inabarcable sierra de 2.800 metros de altura
finamente resguardada por un multiplicado sendero de curvas
cada vez más cerradas, desnudada en su pico por un obsceno infinito,
un cielo tan azul que invita a querer caminar sobre él.


Abajo, en el llano, una población más "quebrada" que el propio camino.
Tres cuartos de sus habitantes padecen históricamente el Mal de Chagas-Mazza, y ese es su destino manifiesto.

Durmientes que enferman, prohibidos de planificar, que aprendieron a odiar la noche, a ser admirados desde el Valle, desde la lejanía, convertidos en falsos souvenires de un cuadro perfecto para la foto.
A un metro del precipicio estático observo en todas las direcciones y a pesar de presentarse ante mí un movilizante espacio natural, no puedo abandonar ese pensamiento. Me niego a hacerlo.
La escenografía no se agota como tampoco mi pena.
Imagino enérgicamente otra vida para ellos, para mí, otro presente, otros besos, otro tiempo.

Detengo mi cabeza, limito las ideas y pienso en esa eterna marginación maquillada.
De ninguna manera es lástima, refiere a un inobjetable vacío el sentimiento.

Es la historia repetida de nuestros pueblos originarios. Perseguidos, abatidos, corridos, ocultados, borrados y abandonados.
Maravilla natural dicen este Valle de Chancaní.

Aclaración: cuando en el texto se coloca "durmientes que enferman", se refiere a que esta población de noche debe cubrirse-taparse con papel de diario porque al poseer techos de paja, las vinchucas caen sobre su cuerpo y eso les permite protegerse

Valle de Chancaní, (entre Carlos Paz y Mina Clavero) Córdoba
Miércoles 14-01-09