jueves, 8 de mayo de 2014

"MASETTI Y QUINCE MÁS" (FRAGMENTO, "DESDE EL POTRERO", 2014, CICCUS)

_ "¡Equipos eran los de Menotti! ¡Atacaban por todos lados y profundizaban el juego siendo anchos!
_  ¡Estás errado viejo! ¡Con el Narigón teníamos siempre el resultado al lado de la mano y nunca nos bajamos de la final! ¿O me vas a decir que alguien se acuerda de los segundos?
_  ¡Balbín!
_ ¡Perón!
_ ¡Rodolfo Walsh!
_ ¡Borges!
_ ¡Liberación!
_ ¡Dependencia!
Así estaban todos los días a toda hora. Una práctica que ya rozaba lo lúdico. Pancho y Rodi no parecían agotarse de enfrentarse en un choque dialéctico signado por la oposición, generalmente argumentada, pero a veces sólo para contradecir.
Estos dos viejitos se conocían desde hace más de seis décadas cuando una empresa extranjera dedicada a “trabajos específicos y activos sobre el suelo, la flora, la fauna y el ecosistema”, los juntó para contratarlos como vigilancia de algunas hectáreas de la zona selvática de San Ramón de la Nueva Orán, en el Norte de Salta, llamada por los lugareños bosque tucumano o yungas..."

"¡QUÉ MOSTRO EL MOTO CARLUSI!" (FRAGMENTO, "DESDE EL POTRERO, 2014, CICCUS)

"Claudio “motoneta” Carlusi sí que la gastaba. La rompía toda. Era una bestia futbolística en plena expansión. La joyita del club. Esos que salen esporádicamente vaya uno a saber cómo, si el viejo había sido un fornido segundo marcador central suplente, y el abuelo más complicado aún, un ignoto arquero suplente. Desconocido porque nunca tuvo la chance de mostrarse, ni de precalentar para entrar en un partido, porque los que siempre estuvieron delante de él, si bien no evidenciaban serias aptitudes y eran del montón, no se rompían ni se jodían nunca. Y no es que se intente instalar desde el pedestal una doctrina que defenestra al que no juega o alterna. Para nada. Pero para pintar de cuerpo entero a este muchacho, debemos resaltar que no nació propiamente en cuna de futboleros.

La génesis de su apodo refería a su determinante velocidad, aunque lo sustancioso del calificativo estaba en cómo cambiaba el tranco de sus pasos. Pura plasticidad. Vértigo y verticalidad. Aerodinámico sería el adjetivo justo. Pero imagínense gritándole luego de una brutal apilada “¡bien aerodinámico, bien!” o “encará, aerodinámico, encará! Hubiese sonado por lo menos descontextualizado, y al osado autor lo hubiesen apuñalado decenas de miradas y etiquetado de por vida. Por eso “motoneta” o “moto”, en su defecto,  resultaba más tangible y popular..."

"LA FLACA" (FRAGMENTO, "DESDE EL POTRERO", 2014, CICCUS)

"Entonces, el silbato empujó y aceleró el paso del gran capitán dispuesto a convertir desde los doce pasos, y así lograr otra victoria que siguiera alimentando su fama. Este no era un partido más, de esos que sólo sirven para la estadística y el recuerdo borroso de las generaciones posteriores. No, nada de eso. Se trataba de la final del Torneo de la Liga Santiagueña.
El armado de los planteles previo al inicio no significaba una cuestión simple. Por el contrario, representaba un complejo sistema de planificación. Eficiente para quienes contaban con la logística, azaroso para quienes carecían de ella. Cada cuadro tenía veedores o busca talentos, que salían en el verano a recorrer los potreros, con la misión de pescar “lo mejorcito” que pudiera reforzar y aumentar las fuerzas de los equipos. Estos tipos eran hábiles, muy bichos. Y sobre todo persistentes. Ofrecían concesiones de toda índole con tal de ganar en favor de su causa. Sin código alguno, se movían entre las sombras. A cualquier hora y en cualquier lugar, ámbito privado o público, ellos estaban. Manejaban una oralidad nacida en el barrio, mediante la cual lograban emparentarse con los humildes proyectos futbolísticos, y tiraban sobre la mesa un abanico de proposiciones que pretendían subsidiar la necesidad..." 

martes, 1 de abril de 2014

"LOS DEMÓCRATAS GOLPISTAS Y EL "PROFE" CONTRARREVOLUCIONARIO" (FRAGMENTO, "DESDE EL POTRERO", CICCUS, 2014)


"_ ¡Sí, pasá Orestes, por favor! invitó Próspero, abriendo la puerta de su casa.

Como era su costumbre y su forma, acercó unas sillas, pidió generosamente a su esposa preparar dos café y dejó lo que estaba haciendo por unos momentos para conversar.

_ ¡Mirá… vos me conocés hace muchísimos años! -le dijo sin preámbulos el presidente del club a Próspero Linial-.

_ ¡Y hoy más que nunca te necesito al servicio de la institución! -continuó-.

_ ¡Me están apretando por todos lados y en tres semanas arrancamos el Torneo Argentino!

_  ¡La verdad no te entiendo, te agradecería si podés ser más directo!

-solicitó correctamente el entrenador del equipo-.

_  ¡Los echaría a la mierda, pero no ahora! ¡Por el torneo, porque tienen al equipo atrás! -clarificó el mandatario-.

_ ¡Necesito una salida tuya por motivos personales y dejáme que la comunique yo!, sentenció el mandamás.

Durante dieciséis meses, Próspero Linial coordinó y planificó los destinos futbolísticos de Facto Fútbol Club elaborando un juego eficiente y efectivo. Combinando estilos tomados de otros colegas, conservando inamovible el ordenado sistema 4-4-2 y estableciendo la primera defensa con sus delanteros de punta..."

"ENTRE ELLOS" (FRAGMENTO, "DESDE EL POTRERO", CICCUS, 2014)

"Era un caso especial, un tipo de mujer especial, con “pasta” de tipo para comandar, con muñeca clara para manejar los hilos de un típico club de fútbol del ascenso argentino: histórico, entramado y con focos de conflicto ávidos por estallar para ver de qué están hechos los conductores. Y para ver quién manda. 

“Marta Rosas, presidente” rezaba la boleta de la lista verde que la iba a consagrar como la primera mandataria en la historia institucional con el 82% de los votos, “más que el 62% de Perón y el 51% de Alfonsín en la vuelta a la democracia”, soltaba socarrón Pancho “el zorro” González, un operador de la que iba a quebrar las aspiraciones de seis listas masculinas, que utilizaron esa bandera, la del género macho, como el único “trapo” para seducir a los socios.

Una gestión, prometía, para refundar el fútbol no sólo de las categorías más bajas, para fulminar la historia de las instituciones manchadas por las conducciones, y la larga lista de las barras que arman nidos en cada rincón del club, orquestan los operativos policiales en los partidos, y las fuerzas de choque en la política tanto partidaria como interna. Una vara siempre alta, se dice, pero que Marta no dudaría en pasar.
Inolvidable el día de la elección..."

"DE SACAPUNTAS Y SACAPUNTOS" (FRAGMENTO, "DESDE EL POTERO", CICCUS, 2014)



"_ ¡Y sí, este día tenía que llegar! - dijo “el Tano” confirmando un viejo presagio, mientras se metía ensimismado en la tapicería de su viejo amigo- . Cómo no iba a llegar. O todavía nos vamos a hacer los inocentones que nos levantamos una mañana, impresionados por lo que ocurre y sentimos que quedamos en pelotas. Y hablamos del fútbol, donde las acciones que se producen se relacionan directamente con la vida misma, afectándola.
_ Ya sé que vos me venís diciendo hace rato que el fútbol cambió, vos sos un adelantado te digo siempre a las carcajadas, y que cambió para mal. Que estos tipos son los fusibles, unos kamikazes que van al muere por una causa que ya no se maneja con códigos. Y en parte te la creo esa, sin embargo, sostengo a raja tabla que todo es más complicado. Te la hago clara: estamos asistiendo a una descomposición general de nuestro fútbol, intencional por cierto. Se va todo a la remísmisima mierda, y a nadie le calienta nada de nadie ni de nada, y en el quilombo, la ganancia es de un puñado de rufianes..."  

lunes, 17 de marzo de 2014

"MADE IN TAIWÁN" (FRAGMENTO, "DESDE EL POTRERO", CICCUS, 2014)


"Parado a sesenta metros todavía no lo puedo creer. Sesenta metros… Algo así como 127 pasos, calculando al voleo. Miro hasta allá, me miro los pies y sí, pasos más pasos menos, la distancia es esa desde esta esquina. Sigo las líneas blancas pintadas una al lado de la otra en  la estación de GNC, los autos que las atropellan, que entran y salen. Sin bajar la vista, se me presenta intacta la imagen de aquel caminito de piedras en punta y con pasto hecho en la vereda pelada que hoy es parte de la avenida, por el que yo encaraba perfilando la zurda y sacando el tiro cruzado que apuntaba a la ratonera del arquero, con final dispar para aquel deseo. Dos o tres piques malos sobre los adoquines desparejos, la vista en la bocha y en el momento justo darle con el alma bien sobre el empeine. Los cordones que se estremecen contra el cuero de la redonda y mi mirada insolente en la búsqueda que la bocha no doble ni se desvíe para terminar con destino de gol.
La estación de servicio incrustada en esta esquina, en la esquina de casa, vino a voltear quince años de niñez y adolescencia que empiezo a recordar. Y cada día, intenta comerse un poco más del disco duro que almacena situaciones propias de la infancia, que por más que muchas veces, o casi siempre, parece que todos vivimos las mismas escenas, con iguales orígenes, personajes e idéntico desenlace; siempre hay algo de singular que sólo cada uno rescata y que no se reproduce nunca.
Pero el día de mi entrada a una especie de salón de la fama barrial estuvo marcado por acción de terceros. Y esos terceros aunque muy cercanos, fueron mis viejos cuando me regalaron esa pelota número cinco. Cómo no recordarla. Negrita la guacha, media brillosa, con gajos intercalados de color fucsia. Sí, fucsia. La mayoría me cargaba y chicaneaba por el color, pero al final todos se rindieron ante esa rara belleza. Para completarla, tenía la inscripción en blanco cerca del pico que decía “made in Taiwán”, lo que le daba el status internacional. Divina la verdad, con un golpe singular. Seco para salir como una bala. No me acuerdo si me la habían dado para una fecha en especial o si había sido la primera pelota en llegar a mis manos. Calculo que no. Sin embargo, la recuerdo como la más simbólica, como uno de los recuerdos más patentes de la infancia..."